Gracias a Boolino por el ejemplar
Desde hace un tiempo para acá me he visto tentada en numerosas ocasiones a probar con una sección de libros infantiles en el blog, sin embargo por una razón u otra siempre terminé posponiéndolo, hasta que un día hablando con mi hermana menor sobre mi blog, me pidió explícitamente que hiciera criticas de libros infantiles, ya que todo lo que leo no lo puede leer ella y por lo tanto no he estado inculcándole el interés en la lectura como creo que es mi obligación de hermana mayor. Por esa razón cuando pude tener este libro me pareció la excusa perfecta para abrir una nueva sección en las reseñas, no solo por lo que ya he dicho de mi hermana, sino porque eso me hizo darme cuenta de que solemos subestimar mucho los libros infantiles que en realidad tienen una complejidad y son parte esencial del desarrollo de los niños. Mirando en retrospectiva a mi historial de lectora puedo decir que tengo recuerdos muy vividos y placenteros de mis lecturas cuando era niña, sin embargo habría deseado leer en mayor cantidad y sobre todo haber guardado esos libros que tanto me gustaron en ese entonces para poder leerlos ahora y analizarlos un poco más o profundidad.
Así que en resumidas
cuentas el día de hoy les traigo la reseña que dará inicio a una nueva serie de
entradas que he titulado “Máquina del Tiempo” que estará dedicada a
transportarme a mi infancia durante la lectura y regresar al presente para dar
mi opinión sobre esos libros que tanto me gustaban de pequeña y por supuesto
nuevos que voy descubriendo.
El libro del cual les
quiero hablar hoy se titula Dragonero: Despega. Debo confesar que al pedir esto
libro a la editorial esperaba encontrarme un libro de aventuras y de fantasía,
sin embargo me encontré con una sorpresa, una que además es bastante grata; en
lugar de narrar las aventuras de un niño y su dragón, el libro nos presenta a Eduardo, quien ha recibido la tarea de cuidar a Ziggy el dragón de su tío
Manuel, el explorador. Pero en lugar de llevarle a volar encima de castillos y
atacar caballeros de armadura brillante, Ziggy se dedica a quedarse en casa,
escondido en el armario de Eduardo lo que le hace sospechar que tal vez algo
malo podría estar pasándole al dragón…
PARA RESALTAR…
Ligereza.
Además de contar con la
ligereza de su temática el libro tiene otro factor que facilita su lectura, y
es que está escrito en correos electrónicos de Eduardo a su tío, reportando el
comportamiento de Ziggy y otra serie de cosas que interfieren en su vida que
podrían ser del interés del tío Manuel que se encuentra en un retiro espiritual.
El estilo del autor es
fresco, sencillo y captura muy bien en pocas palabras la esencia de los
personajes, sobre todo está muy bien como se refleja la inocencia del niño y
como poco a poco resulta entender cosas que a lo mejor los mayores no creían que
fueran de su entendimiento.
Las Ilustraciones.
Esto fue de hecho lo
primero que pensé al abrir la primera página. Y es que al ver la portada no me
imaginaba unas ilustraciones tan detalladas, sino esperaba tal vez dibujos de
formas simples, pero para nada es eso lo que se encontrarán en este libro, pues
el ilustrador no ha escatimado en ilustraciones cuidadas e incluso realistas.
¿Acaso no les gusta la
mirada del dragón?
La profundidad.
Una de las cosas que se
olvidan al leer los libros infantiles, es que aunque en apariencia parezcan
historias simples sin mayor posibilidad de reflexión, en realidad siempre hay
un impulso detrás de la historia, siempre hay un mensaje que el autor pretende
enseñar por medio de esta y es nuestra obligación como lectores buscarlo y
reflexionar al respecto. Aun sabiendo esto, cuando llegué a esa reflexión me
sorprendí encontrando como el autor había recurrido a la historia de un dragón
para hablar y denunciar la situación que se vive en muchas casas desde los ojos
de los más pequeños.
Para concluir debo
decir que Dragonero: Despega, es un libro que cumple un cien por ciento su
cometido de no solo entretener sino de enseñar algo entre líneas, siendo una
lectura que recomendaría no solo a los más pequeños.
FELICES JUEGOS DEL HAMBRE Y QUE LA SUERTE ESTÉ DE VUESTRO LADO
No es la clase de libro que compraría pero parece maravilloso. Un besote :)
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